jueves, 29 de diciembre de 2011

Los mejores coches del mundo en Ifema

Hasta el próximo 8 de enero en la Feria de Madrid-Ifema, puedes visitar la exposición “Superdeportivos”. La mayor reunión de coches superdeportivos nunca antes realizada en España, los mejores y más espectaculares modelos que han fabricado marcas históricas como Ferrari, Pagani, Aston Martin, Porsche, Lamborghini, Jaguar, Lotus o Mercedes Benz, entre otras.


¿Sabías que…?

  • La base que utilizaron para crear el batmovil es un Chrevrolet Corvette, el coche más preciado de los americanos y que el inventor de su logo, lo copió de un trozo de papel de pared de una habitación de un hotel de París en uno de sus viajes de negocios.
  • El Mercedes SLS AMG, conocido como “alas de gaviota” es el coche de seguridad que emplean en las carreras de Fórmula 1 y tiene un botón llamado Race Start, que al presionarlo y pisar el acelerador te deja literalmente pegado al asiento.
  • El Lamborghini Diablo, no tiene ayudas electrónicas y su conducción es difícil, no por la dureza del embrague o la caja de cambios, sino por su diseño, muy deportivo y afilado, que hace imposible ver correctamente desde el puesto del conductor.
  • El famoso Ferrari Testarossa de 1984, que costaba 25 millones de las antiguas pesetas, y que su nombre “Cabeza roja” en italiano, proviene de la pintura roja en la cabeza plana de los 12 cilindros que tiene su motor. Icono del siglo XX, gracias a convertirse en objeto de deseo de famosos y gracias a la serie Miami Vice y el famoso videojuego Out Run.
  • El Pagani Zonda de 1999, cuyo último modelo denominado Pagani Huayra, ostenta el título de ser el automóvil más caro del mundo, con un precio aproximado de 1 millón de euros.
  • El español Pegaso Z102, del que sólo existen 84 unidades en el mundo. Una obra maestra y mítica con un precio imposible de determinar con propietarios de la talla del Sha de Persia o el Barón Thyssen, entre otros.
Además, cuenta con una zona de actividades donde desde 2 € puedes probar tu pericia cambiando una rueda de Fórmula 1 en tiempo record, probar un simulador de Fórmula 1, hacerte una foto al volante de uno de ellos, competir en el scalextric gigante, o incluso por 6 €, una prueba de conducción Abarth en un circuito ubicado en el exterior.


¿Ya has decidido que pedirle a los Reyes Magos? Que te trajeran uno de estos, sería una pasada, ¿no?

Precio: 8 € adultos/5 € niños
Horario: 10:00 – 21:00 horas, excepto el 31 de diciembre que cierra a las 17:00 horas.
Más información: www.superdeportivos.info

viernes, 23 de diciembre de 2011

Obras de arte en la construcción de Meccanos

Si este fin de semana te vas a dar un paseo por la Puerta del Sol para disfrutar de las actividades navideñas, no pierdas la ocasión para darte una vuelta por la Exposición Nacional de Meccano en el Centro Cultural de los Ejércitos (Gran Vía, 13).



Más de un centenar de modelos, muchos de ellos expuestos por primera vez que harán las delicias de niños y mayores. Maquetas que cobran vida gracias a los pequeños motores que ponen en marcha sus creadores y entre las que podemos encontrar a R2 D2, trenes, la guillotina francesa, coches antiguos, el primer Fórmula 1 de Fernando Alonso, el puente de Londres, la Torre Eiffel, una moto de policía, norias, tiovivos, relojes, aviones, el famoso barco Mississippi, y muchos más.

Precio: gratuito
Horario: hasta el 27 de diciembre de 10:30 a 14:30 y de 17:00 a 21:00h. Cerrado 24 y 25 por la tarde.

martes, 20 de diciembre de 2011

Hanoi: la esencia pura de Vietnam

El primer contacto con el país, ya te hace tomar conciencia de lo que te espera a lo largo de los próximos días que vivirás en la ciudad de Hanoi. De camino del aeropuerto al centro de la ciudad, múltiples coches, motos, bicis, carros y todo tipo de transporte que se os ocurra, nos acompañaron en nuestro recorrido, en el que llegamos a ver una moto con una especie de jaula incorporada que transportaba unos ocho cerdos vivos!!!! Éste sólo era el principio, claro está.


Llegamos a nuestro hotel ubicado en el corazón del Distrito 1, llamado Hoan Kiem. Sus calles están repletas de tiendas clasificadas por gremios, gente, motos, bicis, mujeres vietnamitas con el gorro típico y portando sus frutas y verduras según su tradicional sistema de balanzas, …

Tras un recorrido por las múltiples tiendas de cada barrio para adquirir algunos recuerdos de madera lacada, y una parada en uno de los talleres donde realizan los famosos lienzos vietnamitas bordados a mano que son una auténtica preciosidad; nos hemos tomado un respiro con una bia hoi (la cerveza típica vietnamita) en uno de los típicos bares que había en un cruce de calles del barrio viejo, mientras contemplábamos todo el bullicio de la ciudad.

Por la tarde, una visita al Lago Hoan Kiem con su templo y su famosa tortuga, y cursillo intensivo de nuestras primeras palabras en vietnamita que nos acompañarían el resto de los días: xin chiao (hola), tam biet (adiós) y cam on (gracias).

Al día siguiente y tempranito, día de visitas: Mausoleo de Ho chi Minh y paseo por la Residencia del presidente y sus jardines; Templo de la Literatura; y paseo por el barrio francés y visita a su catedral (muy parecida a Notre Dame), al museo de la historia de Vietnam y un par de pagodas.


Debo reconocer que estoy enamorada de los bares vietnamitas: cualquier esquina de la calle, en mitad de la acera, unas cuantas banquetas de plástico pequeñitas y una nevera portátil a cargo de un señor o señora que te vende latas de refresco y cervezas. Disfrutar aquí de una cerveza rodeados de motos por todos los lados y viendo la vida pasar, es toda una experiencia que te hace ver la cosas con otros ojos.

La última tarde que pasamos en Hanoi, tras nuestra excursión a la Bahía de Halong, que os contaré en el siguiente post, visitamos la prisión de Hoa Lo. Parece mentira que fuera tan sólo hace poco más de 30 años que terminara la guerra de Vietnam. Un mundo tan avanzado y que permita que ocurra una guerra tan ridícula, que se llevó la vida de tantas personas buenas tanto vietnamitas como americanas, por nada.

Esto explica por qué ha avanzado tan poco el pueblo de Vietnam en pleno siglo XXI, perdieron todo y aún no ha pasado tiempo suficiente que les permita reconstruir sus vidas y las de sus hijos.


¿Qué me llevo de Hanoi? La describiré como una ciudad caótica y ruidosa, pero con mucho encanto. Hemos visto cientos, miles de motos, bicis, personas caminando, cyclos, …, en cada cruce, en cada calle. Motos con tres, cuatro y hasta siete personas, portando colchones, mesas, cajas enormes, jaulas llenas de gallinas, cerdos y todo lo que se pueda imaginar.

Mujeres con el sombrero típico y su tradicional sistema de carga en balanza, y conductores de cyclos y de motos con sombreros de la guerra.

Bellas mujeres ataviadas con su bonito traje típico, llamado ao dai, que contrastan con las mujeres desaliñadas y en pijama que atienden los puestos callejeros donde venden carne de perro, pollo, vaca o lo que sea, sin ningún tipo de higiene; o las que atienden los restaurantes abiertos a la calle, que lavan los platos en un barreño en la acera y cocinan el plato del día en grandes peroles situados en la entrada.

O esos otros hombres y mujeres, que atienden los típicos bares de los que ya os he hablado antes, que te ofrecen unas mugrientas chanclas para que descansen tus pies mientras te tomas una cerveza, más bien caliente, y disfrutas de ver pasar la vida ante tus ojos con todo su caos y todo su encanto.


Aceras y calles repletas de color y de vida, donde poder cortarse el pelo por 1$ en cualquier esquina preparada con un espejo y un sillón de peluquería; reparar o hinchar las ruedas de la bici en un taller improvisado provisto de una bomba de inflar y unas pocas herramientas; comprar una barra de pan en mitad de la carretera que te vende amablemente una señora bajo una sombrilla; señoras que portan en un carrito una báscula con medidor de altura para que te peses en cualquier lugar de la calle; jaulas con coloridos pajarillos colgadas de árboles, farolas o cualquier otro invento; tiendas-casa en las que se desarrolla su vida y te venden una camiseta de marca mientras cena toda la familia junta sentada en el suelo sus tradicionales cuencos de sopa, llamados Pho; el colorido de las mascarillas protectoras que llevan por la calle la mayoría de ellos para protegerse de la polución; la señora que va tocando la campanilla y empujando el carrito de recogida de basura para mantener limpio todo este caos; …; todo esto, es Hanoi.

¡Tam biet Hanoi!


miércoles, 26 de octubre de 2011

Leyendas de miedo del Madrid antiguo (2ª parte)

Quedan 5 días para la noche más terrorífica del año!!! Aquí tenéis la segunda parte del tour de leyendas de miedo por el Madrid histórico. ¿Viviréis alguna experiencia paranormal? Uyyyy, qué miedo!!!


Casa de las Siete Chimeneas (Plaza del Rey, 1 c/v Infantas, 31):
No hay casa más misteriosa en Madrid que la llamada Casa de las Siete Chimeneas, hoy, sede del Ministerio de Cultura.
Hay varias versiones acerca de lo que realmente pasó, y sigue pasando, la historia y la leyenda se mezclan en varias historias que pululan en diversas fuentes. Todas las versiones comienzan con el desposamiento del capitán Zapata y la joven Elena, camarera al servicio del Rey.
Apenas días después de su boda, el capitán tiene que marchar a luchar en la batalla de San Quintín, donde moriría con el nombre de su amada en la boca. Elena quedó destrozada, encerrada en su habitación durante meses. La servidumbre solo la oía llorar y quejarse de su desdicha. Una mañana su cuerpo aparece muerto con una sonrisa sobre el lecho conyugal.
Extrañamente el cadáver desaparece, unos acusan al padre de Elena, otros dicen que está emparedada en algún lugar de la casa. Poco después, el padre de la desdichada se ahorca de las vigas de la casa. El rey Felipe ordena una investigación de los sucesos, más por acallar los rumores que la unían sentimentalmente a la fallecida, que por otra cosa. Nada da resultado y la incógnita sobre las circunstancias de la muerte siguen siendo desconocidas.
Algún tiempo después, cuando todo empezaba a olvidarse empezó a correr el rumor de que algunas noches, tras el toque de ánimas aparecía en el tejado la figura de una dama vestida con vaporosos vestidos blancos, alumbrándose con una antorcha caminaba por las tejas con decisión y sin miedo hasta situarse en la parte más cercana al Palacio Real. Allí se arrodillaba, mientras se daba golpes en el pecho hasta que iba difuminándose la imagen.
Las interpretaciones a la leyenda son varias. Quizá se trató de una amante del rey que casó con uno de sus capitanes, al que el monarca mandó asesinar por celos, cuando a pesar de haber destinado lejos a su marido esta se negaba a prestarse a sus requerimientos. Otros hablan de un padre celosísimo que no dudó en matar a su propia hija para ocultar un delito incestuoso y luego suicidarse. Otros pocos se quedan con la historia romántica sin más: una amada que no puede abandonar este mundo por la pena.
Lo que está claro es que esta zona concentra, por las razones que sean, algún tipo de interés para los espectros porque en este mismo área, según unos en la misma casa, se cuenta la historia de un hacendado de las Indias que, vuelto a la Corte, decidió desposarse con una jovencita que había sido amiga del rey (otra vez). Cuando terminó la ceremonia el viejo rico corrió a la alcoba para culminar la noche. No halló a su esposa y la buscó por toda la casa. En el sótano del edificio la encontró, muerta, con un puñal de rico brocado clavado en el pecho y las arras de la ceremonia, regalo del mismísimo rey, esparcidas por el suelo a su alrededor.
Estas apariciones y periódicos sucesos extraños en la casa, mantuvieron viva la leyenda hasta nuestros días. Pero el final de la historia aún estaba por llegar. En el siglo XIX se destinó el inmueble para sede del Banco de Castilla. Empezaron las obras de acondicionamiento. Un día, la cuadrilla de obreros que trabajaba en el sótano topó con un macabro hallazgo: un esqueleto de mujer y monedas de oro del siglo XVI. Pero no era el único cadáver que esperaba entre las paredes de la casa: en 1960 en otras obras de reforma se encuentra el esqueleto de un hombre emparedado entre los ladrillos de un muro. Hasta hoy, dos muertos que descansaban entre las paredes de esta casa en un lecho que probablemente no habían elegido, ¿cuántos más esperan a ser descubiertos algún día?


Palacio de Linares:
El Palacio fue encargado en 1873 por los marqueses de Linares al arquitecto municipal Carlos Colubí e inaugurado en 1900. Para entonces, el edificio ya estaba maldito.
El marqués José de Murga había contraído matrimonio con una joven de condición humilde, Raimunda de Osorio, sin que nadie pudiera impedírselo, ya que el único opositor al matrimonio, Mateo de Murga (padre de José), había muerto, llevándose a la tumba un secreto que destrozó a la pareja: José y Raimunda eran hermanastros.
A partir de este momento, la historia deja paso a la leyenda y se dice que como fruto de esta unión nació Raimundita, que fue asesinada al nacer.
En mayo de 1990, el Palacio entra en obras. A partir de ese momento, los obreros y guardas jurados afirman oír ruidos, pisadas y voces de ultratumba que dicen: «Yo tuve una hija», «Mi hija Raimunda… Nunca oí decir mamá», y que fueron atribuidas a Raimunda de Osorio. A continuación, responde la voz de Raimundita: «Mamá…Yo no tengo mamá». Por último, replica el marqués: «¡Fuera... No, aquí no!».
Las psicofonías recogidas resultaron ser falsas.

Museo de Arte Moderno Reina Sofía:
Decenas de hechos paranormales denunciados por los funcionarios del Museo han hecho que sea uno de los lugares más misteriosos de Madrid. Su historia comienza a finales del siglo XVIII, cuando es construido por José Hermosilla y Francisco Sabatini para asumir las funciones de Hospital General. En aquel lugar murieron miles de personas que fueron enterradas en su subsuelo. En la plaza que ahora ocupa el aparcamiento público se encontraron fosas comunes, llenas de restos óseos de cientos de fallecidos que no habían tenido acceso a un cementerio. Aún más, en la investigación antes citada, se buscó en los sótanos, donde aún hoy se encuentran lápidas de los enterramientos que se efectuaron allí a lo largo de su historia. Así, empezaron a surgir multitud de historias sobre el Hospital: todas las noches, los espíritus de los fallecidos invitaban a los enfermos a formar parte de una legión de almas errantes.
En 1992 se instaló allí el Guernica, de Picasso. A partir de entonces, los funcionarios del museo aseguraban oír ruidos extraños, alarmas que se disparan… Técnicos en parapsicología afirman que los hechos eran provocados por el ánima del artista. Otros, que se trataba de la de un sacerdote que murió allí torturado en la Guerra Civil.
El 21 de abril de 1995 Diario 16 publicaba un artículo en el que se hacía público un informe de un grupo de investigadores respecto a ciertos sucesos extraños. Con fecha del 1 de marzo del mismo año se hablaba de: puesta en marcha de los ascensores una vez apagados, puerta cerradas con llave que se abrían solas, ruidos de pasos, presencia de entidades con hábito religioso por los pasillos y algunos hechos más.
No queda todo ahí. En febrero de 1998 surgieron nuevos testimonios del personal. Una de las vigilantes encargada del acceso nocturno a los ascensores notó empujones de manos invisibles, otro pidió el traslado tras ver por los pasillos a una comitiva de monjas. Está claro que algo pasa en el Museo Reina Sofía, la clave está, quizá, en su historia.

Templo de Debod:
Este monumento fue donado a España en 1970 por el rey Nasser de Egipto para agradecer al gobierno español su ayuda para salvar los restos arqueológicos del valle de Nubia, ya que en ese lugar iba a ser construida la presa de Asuán. En realidad, lo que ha llegado hasta nuestros días del Templo de Debod es una réplica del santuario primitivo, construido en el siglo IV a.C. para adorar al Dios Amon. Cuenta la leyenda que, desde que el templo fue trasladado a Madrid, por las noches aparece en sus alrededores un gato negro que podría ser una representación del dios Amon.

Monasterio de la Encarnación (Plz. de la Encarnación, 1):
A la sangre de San Pantaleón se le han atribuido curaciones milagrosas. Además, hay un documento de 1724 firmado por 13 médicos y teólogos afirmando que, cada 27 de julio, coincidiendo con su festividad, la sangre se licua sin que se sepa la causa. El edificio que la alberga fue levantado en 1611 por Juan Gómez de Mora y Ventura Rodríguez, bajo las órdenes de Felipe III para guardar esta reliquia, ya que el rey había prometido construir un monasterio en honor al Misterio de la Encarnación si lograba echar a los moriscos de su reino.

Casa de los gatos (C/ Sacramento):
Antiguo caserón habitado por dos ancianas y sus más de 15 gatos. Una noche, gritos y aullidos terribles. Nadie se atrevió a entrar hasta la mañana siguiente, cuando las encontraron muertas. Habían sido atacadas por sus propias mascotas. La leyenda dice que sus espíritus siguen saliendo algunas noches a alimentar a los gatos callejeros.

Iglesia de San Pedro El Viejo (Plz. de la Paja):
Dicen que la primera campana se colocó sola, sin ayuda humana. Pasaba mucho, se quedó atascada al arrastrarla por la plaza, y cuando volvieron al día siguiente para seguir intentándolo, ya estaba puesta en su sitio.



Puente de Segovia:
Testigo de múltiples suicidios. Cuenta la leyenda que el primero fue el de una joven en el S.XIX por amor. Las enaguas frenaron la caída.

martes, 18 de octubre de 2011

Leyendas de miedo del Madrid antiguo (1ª parte)

El próximo 31 de octubre llega la noche de Halloween y para que la disfrutéis de una manera diferente, os propongo que hagáis un tour por las calles del Madrid histórico, cuyos edificios y rincones albergan inquietantes historias que la mayoría desconocemos. Aquí os dejo la primera parte del tour, y en unos días os paso la segunda parte.


Palacio Real:
Cuenta la superstición que, antiguamente, los terrenos situados entre la cuesta de San Vicente y San Francisco El Grande, estaban habitados por brujas, duendes y fantasmas, que empezaron a manifestarse durante el reinado de Alfonso VI y la construcción del antiguo Alcázar, en 1537, por haber visto perturbada su paz. Muchos obreros murieron inexplicablemente durante la construcción.
El suceso más importante ocurrió el día de Nochebuena de 1734. Mientras Felipe V pasaba las fiestas en el Palacio del Buen Retiro, misteriosamente el fuego devoraba el Alcázar y las llamas destruían para siempre pinturas y objetos de gran valor. Fue tan violento el incendio, duró 4 días, que, según relatos de testigos, muebles y cuadros eran arrojados por las ventanas al no ser posible sacarlos por las puertas. Así se salvaron grandes telas de maestros, que hoy admiramos en el Museo del Prado. Todavía pueden observarse hoy, por ejemplo, los efectos del chamuscado en el retrato ecuestre del Emperador Carlos V en la Batalla de Mulberg, de Tiziano. Cuenta la leyenda que el incendio fue provocado por la venganza de las ánimas que habitaban el lugar y que vieron perturbada su paz.

Entonces, Felipe V encargó en 1735 erigir el palacio “más grandioso del mundo”, según sus propias palabras, sobre las cenizas del Alcázar. Por temor a nuevos incendios, la entera construcción fue realizada en piedra. La consecuencia fue que las habitaciones del palacio, todas abovedadas, exigieron tal espesor de los muros para el contrarresto y soporte de las bóvedas que este espesor alcanzó en la planta baja los cuatro metros. Comienza entonces una remodelación iniciada por Filippo Juvara y seguida por Juan Bautista Sachetti y Ventura Rodríguez que no está exenta de leyendas. Por ejemplo, durante su construcción se rumoreaba la existencia de fantasmas o demonios que trepaban por sus muros aún por concluir ante el asombro y miedo de los obreros.

También hubo "accidentes laborales" achacados a espíritus malévolos que empujaban al vacío a los trabajadores. Ante estas manifestaciones maléficas, Felipe V decide realizar un exorcismo.
Su esposa, Isabel de Farnesio, una mujer con fama de supersticiosa, también liga sus sueños a esta construcción. Cuenta la leyenda que tras una espantosa pesadilla en la que veía cómo un terremoto asolaba Madrid, ordenó retirar todas las estatuas de las balaustradas y colocarlas en la plaza de Oriente. Quiso así poner a salvo su vida de una premonición en la que moría aplastada por una gran estatua.
Al finalizar las obras, y para que el arquitecto no pudiese construir otro palacio igual, Felipe V ordenó que le sacaran los ojos y le cortaran los brazos y la lengua. Cuenta la leyenda que una de las cabezas que adorna el frontispicio del Palacio representa a uno de los arquitectos y que algunas noches se oyen voces y ruidos y se mueven muebles en salas cerradas, provocados por él.
Antes, otro rey, Carlos II el Hechizado, fue sometido a un exorcismo en Palacio en 1698. Se llegó a asegurar que el monarca fue embrujado, cuando tenía 14 años, con un chocolate en el que se diluyeron los sesos de un muerto. Se atribuyó el hecho a su madre, que habría sido ayudada por su valido Valenzuela, el duende. Y es que ya por esos años, se hablaba de un duende que recorría las estancias de Palacio asustando a propios y extraños. Pero como suele ocurrir con muchas leyendas e historias antiguas, en esta ocasión terminó con nombre y apellidos, pues el susodicho duende burlón pudo ser un confidente sigiloso de María de Austria. Apresado finalmente, convirtió su vida en una leyenda de espías.
Y si sus muros fueron testigo de hechos que muchos calificaron como paranormales, su entorno también ha pasado a la historia con leyendas de misterio. Es el caso del Campo del Moro, un bello jardín palaciego que en sus orígenes sirvió de escenario de torneos y cacerías y que, con el paso del tiempo se trastocó en paraje fantasmal para la aristocracia.
Mucho se habló del fantasma embozado del Campo del Moro -quizá para tapar embarazos no deseados- y del oso desaparecido. Cuenta la leyenda que el rey Juan II, aunque tildado de homosexual, pobre de carácter y fácilmente influenciable, fue muy bien recibido por el pueblo de Madrid. Se le obsequió con un osezno y su domador, que fueron instalados en el Campo del Moro. El adiestrador amaestró al animal violentamente. Una noche, el oso se escapó de su jaula y al día siguiente desapareció su domador. En las noches de luna llena los centinelas contaban que se oían pisadas, gruñidos y gritos humanos. Algunos afirmaron haber visto entre los árboles las sombras de un animal y una persona que huía de sus garras. Esta leyenda cobró fuerza con el paso de los años.


Palacio de Cañete (Mayor, 69):
Actualmente, el edificio está ocupado por el Patronato de Turismo y antes ha sido residencia temporal de algunos gobernadores civiles y alcaldes de la Villa. En 1654 corrió el rumor de que estaba habitado por ruidosos duendes, que movían muebles y lanzaban alaridos nocturnos. Cuentan que el espíritu del marqués de Cañete, que fue asesinado, se paseaba por los pasillos de su mansión, lamentándose, hasta que se descubrió al verdadero autor de su muerte.


Plaza Mayor:
El hecho de que, hasta 1765, fuera el lugar principal de las ejecuciones públicas de la Inquisición, hizo que surgieran multitud de rumores en toda la villa sobre la existencia de fantasmas en las casas de los alrededores. Éstos fueron avivados por los propios vecinos de la zona, que aseguraban que todas las noches se podían oír los gritos de los ejecutados. Se colocaba el patíbulo delante del portal de pañeros si la pena era de garrote; frente a la Casa de la Panadería, si era de horca, y ante la Casa de la Carnicería, si era de cuchillo o hacha. Posteriormente, la plaza sirvió de coso taurino.


Iglesia de San Ginés (calle Arenal):
Es uno de los templos más antiguos de Madrid: hay constancia de que ya existía en el 858. Y sobre sus muros rondan dos leyendas, aunque quizá sea una sola con los personajes cambiados. La primera dice que en el atrio de la iglesia un joven mató a su novia. La otra habla de unos criminales que asesinaron a un hombre y le cortaron la cabeza, que colocaron a los pies de la Virgen. Se habla del fantasma sin cabeza, pero que habla y que se aparecía en la puerta del templo al caer el sol. Con el tiempo este fantasma desapareció.
La lonja que da a la calle Arenal sirvió de cementerio. Y de allí desenterró la Inquisición muchos huesos, que fueron quemados por suponérseles de los judíos que vivían en aquel paraje cuando sólo era un arenal. Para más detalles siniestros, a este templo asistía el Tribunal de la Inquisición para oír una misa y un sermón el día que la bula se publicaba.
El elemento más curioso de la iglesia ha sido un gran cocodrilo colocado a los pies de la Virgen de los Remedios. La referencia es en pasado, pues fue llevado a restaurar y no parece que esté en condiciones de volver a su ubicación. Este animal también tiene su leyenda. Un gran tronco de árbol cayó sobre el cocodrilo, salvó la vida de Alonso de Montalbán, y dejó al descubierto en su interior la imagen de una Virgen.
En un lateral del coro está una imagen de la Virgen dentro de un tronco. Es la Virgen de Valvanera, patrona de La Rioja.
Para los curiosos: en esta iglesia fue bautizado Quevedo, se casó Lope de Vega y San Isidro acudía a diario a rezar antes de ir a trabajar.


Real Casa de Correos (Puerta del Sol):
El reloj de la Real Casa de Correos marca el final y el principio del año para numerosos españoles, pero pocos conocen que tanto su maquinaria como la edificación misma guardan leyendas misteriosas y de transfiguraciones.
Cuando Carlos III, allá por 1768, ordenó construir la Real Casa de Correos poco podía imaginar que su historia estaría ligada a la polémica y a leyendas del Averno. Este edificio, primero sede de la Administración del Correo Central, después Capitanía General, Gobierno Militar y guardia de prevención, llegó al siglo XIX como Ministerio del Interior y luego de la Gobernación. Posteriormente acogió la Dirección General de Seguridad y, en la actualidad, como Real Casa de Correos, es la sede de la Presidencia de la Comunidad de Madrid, con su arquitectura original bastante recuperada.
Situado en un lugar emblemático para Madrid -la Puerta del Sol- y para las carreteras españolas -a sus puertas se sitúa el famoso kilómetro 0-, ya su propio diseño levantó a los habitantes de la Villa contra su arquitecto, el francés Jaime Marquet. Y es que los madrileños hubieran preferido para tan simbólico edificio un nombre español y ligado a la historia de la ciudad, Ventura Rodríguez, quien, como recordó Fernández de los Ríos, ya había presentado unos planos para este proyecto.
La burla y la mofa -incluso el desprestigio- cayeron sobre este arquitecto francés, al que se acusó, incluso, de haber olvidado construir la escalera interior de este edificio, de planta rectangular y organizado en torno a dos patios interiores.

Pero volvamos a los primeros momentos de las obras, pues ahí es donde surge la leyenda endemoniada. Cuentan crónicas antiguas que unos albañiles que participaban en las tareas de construcción recibieron la terrorífica visita de Satanás. Al parecer, entre puesta de piedra de Colmenar y yeso, una voz profunda se dirigió a ellos y les recordó que la edificación era propiedad del Infierno. De nuevo la leyenda recuerda que la culpa de todo eran los planos del francés.

Con el miedo calado hasta los huesos, los obreros se negaron a trabajar por temor a una nueva visita del Príncipe de los Infiernos. El director de la obra no tuvo más remedio que poner los hechos en conocimiento de la Inquisición. Ya con un destacado fraile presente en las obras -y en la nómina-, los trabajadores volvieron al tajo aún con ciertos temores. Afortunadamente, bien sea por la presencia del religioso o por compromisos del diablo, el caso es que no volvió a sentirse la presencia maligna en el edificio.
Pero este edificio, que alojó en su tejado el primer telégrafo óptico de España, aún recuerda otra historia singular que refiere una transfiguración. El protagonista en esta ocasión es su célebre reloj, procedente de la antigua iglesia del Buen Suceso.
Aunque ahora concite aires festivos cada 31 de diciembre, y con el nuevo año sus alrededores aparezcan sembrados de confeti, gorros, matasuegras y corchos de cava, en plena ocupación napoleónica sirvió de refugio a un militar francés -otra vez un francés surge en esta historia-.
Contaba el pueblo llano que cuando las tropas napoleónicas entraron en la ciudad de Madrid, un capitán de dragones francés ocupó este regio edificio con una pequeña compañía de soldados. Los madrileños, fieles a su carácter y enfurecidos por el asalto, rodearon la Casa de Correos y los militares huyeron, aunque nunca apareció el capitán francés.
La leyenda cuenta entonces que Lucifer, para ayudarle, le había escondido en el flamante reloj. Fueron convocados especialistas relojeros de todo el país que revisaron la maquinaria y sólo encontraron un pequeño ratón. Se pueden imaginar el triste final que corrió el pobre roedor, confundido con un militar amigo del demonio.

miércoles, 5 de octubre de 2011

De tapeo a la cervantina

¿Sin planes para el fin de semana? Aquí va una sugerencia.

Destino: Alcalá de Henares



Olvídate del coche por un día y por 5,70 € compra el billete de ida y vuelta del tren de Cercanías en la estación de Atocha RENFE. En media hora estarás en el centro de Alcalá de Henares.

Para empezar, un buen desayuno en Oh Lalá (c/Mayor, 8), muy buenos precios (desde 1,65 €) y una terraza interior que seguro no te dejará indiferente. No te quedes en la entrada!!!!

Después toca ruta cultural para bajar el desayuno, no dejes de visitar la Casa de Cervantes, es gratuita y tiene un patio interior de lo más agradable. Para los más curiosos, en la calle Mayor fijaos en los desagües de las casas con forma de cabeza de dragón, y en el nº 13 y 17 de esta misma calle, ¿encuentras la mirilla de la puerta? Echa un vistazo encima de tu cabeza y la descubrirás.

Tras nuestro paseo, llega la hora del tapeo. En la mayoría de los restaurantes de Alcalá de Henares, por 2,50 € tienes tapa y bebida. Pero qué tapas!!!! Hamburguesas con patatas, pinchos morunos, sándwich mixto, huevos fritos con morcilla y papas, tostas de gulas y de salmón más grandes que la palma de la mano, molletes de lomo con queso o jamón…



Mi recomendación va para el restaurante Indalo (c/Libreros, 9). Aquí la tapa con bebida cuesta 2,60 €, pero la decoración y lo acogedor que es el salón, bien merecen 10 céntimos más.

Después de todas las cervecitas, la vuelta…. Sin problema, recordar que habíamos dejado el coche en casa. A disfrutarlo!!!

lunes, 26 de septiembre de 2011

“Gourmet Sensation”, la cocina de los sentidos en el restaurante Amayra

En la actualidad, el momento de sentarse a la mesa a comer ha evolucionado, no sólo es una cuestión de alimentación, sino que se ha convertido en un placer con el que disfrutar con los cinco sentidos. En cocina, la estimulación de los sentidos es el fin que debe perseguir todo cocinero para potenciar al máximo la experiencia gastronómica, descubriendo así olores, sabores, texturas, colores y sonidos en cada uno de los platos.



El arte de comer con los cinco sentidos, conocido hoy en día como “neurogastronomía”, es el punto de partida que ha tomado Juan Pedro Lorero, jefe de cocina del restaurante Amayra, para confeccionar el nuevo menú “Gourmet Sensation”. Un menú compuesto por cinco platos, diseñados para potenciar cada uno de los sentidos, provocando de esta manera en el comensal, una experiencia sensorial elevada a la máxima potencia que hace disfrutar el doble del placer de la buena mesa.

Queso en texturas
(Sentido del tacto)

Ensalada multicolor
(Sentido de la vista)

Merluza en papillote al aroma de especias
(Sentido del olfato)

Tacos de solomillo tres gustos
(Sentido del gusto)

Roquita de chocolate y peta zetas con polvo de pistacho
(Sentido del oído)

El precio del menú “Gourmet Sensation” es de 39 € (IVA incluido y bebida aparte).

¿Te atreves a vivir una experiencia gastronómica multisensorial?

Dirección: Alcalá, 19
Teléfono: 91 523 46 57
Horario de apertura: abre de lunes a domingo, excepto domingos mediodía, de 13:00 a 16:00 horas y de 20:30 a 23:30 horas.
Precio medio: 35 €

jueves, 15 de septiembre de 2011

¡¡¡Al cine por 2 €!!!

Hoy os traigo una oferta atractiva que seguro hará las delicias de los más cinéfilos a un precio de escándalo.



La próxima semana, del 19 al 28 de septiembre, tendrá lugar “La fiesta del cine” en varias salas de España que se suman a esta iniciativa.

El mecanismo es muy simple: del 19 al 25 de septiembre vas a una de las salas participantes, cualquier día a cualquier sesión pagando tu entrada a precio normal, y te entregan una acreditación. La semana siguiente, en los días 26, 27 y 28 de septiembre, puedes volver al cine cuantas veces quieras con tu acreditación y pagar solamente 2 €.

Qué!!! ¿Apetece una sesión intensiva de cine?

Podéis consultar las salas adheridas a esta promoción en:

lunes, 5 de septiembre de 2011

Un pequeño rincón gastronómico en la zona financiera de Madrid

Acaba de abrir sus puertas en la zona norte de la capital Okara, un pequeño restaurante de cocina mediterránea donde degustar productos frescos de temporada abiertos a la imaginación de los cocineros.



El concepto de cocina de Okara nace de la necesidad de tres jóvenes empresarios de hacer una cocina con una buena relación calidad-precio y donde la materia prima sea la estrella indiscutible de cada plato. Dos de ellos, son los jefes de cocina del restaurante: David González, con una amplia trayectoria profesional en los fogones de Garnacha, El Chapín de la Reina, De Vinis o El Vagón de Beni, entre otros; y Alejandro García-Pardo, formado en las cocinas de Il Piacere, Vinotecas Barbecheras o De Vinis, por citar algunos; y son los encargados de dar vida a las recetas de la carta, y de, según sus palabras: “Cuidar el maridaje entre los diferentes alimentos de cada plato para obtener una perfecta explosión de sabores. Nuestra filosofía se basa en una cocina de productos frescos de temporada fiel a la dieta mediterránea y con unas pinceladas de lo que nuestra imaginación nos da”.



En la carta de Okara podemos encontrar platos tales como: ensalada de gambón crujiente, burrata con pesto rojo o salmorejo con virutas de jamón y naranja, entre los entrantes; y pez mantequilla con raviolis de calabacín, milhoja de vieiras, berenjenas y trigueros, rabo de toro con boletus y patata tenedor o presa ibérica al Jack Daniel’s con patata rellena, entre los principales. Entre los postres, todos ellos caseros, destacan la espiral de tiramisú, la tarta de queso, el pastel de pistacho y el brownie de chocolate blanco y negro.



Además, Okara cuenta con un menú degustación por 25 € (IVA incluido), formado por dos medios primeros, medio de pescado, medio de carne, una copa de sorbete y un postre, que cambia a diario y ofrece los productos más frescos de cada día preparados según el criterio de los cocineros.



La jefa de sala, sumiller y tercera empresaria de este proyecto, Ana Mª Castro, formada en cocina, sala y sumillería; proveniente de una familia hostelera consolidada en el panorama gastronómico de la capital, como es la del restaurante El Borbollón; y con una trayectoria en restaurantes de la talla de Zalacaín, Jockey y De Vinis, entre otros; es la encargada de dar la bienvenida al restaurante Okara con una pequeña tortilla de patata elaborada en el momento, réplica de las famosas tortillas de El Borbollón, y de asesorar al cliente en la elección del vino de entre las aproximadamente 20 referencias de la carta, que incluye tintos, blancos, rosados, cavas y champagnes de las D.O. Ribera del Duero y Rioja, principalmente.

La entrada de Okara está presidida por una pequeña barra, donde tomar algo mientras esperamos nuestra mesa, así como un pequeño salón con capacidad para 10 personas que puede convertirse en un reservado totalmente independiente del resto del restaurante. Al fondo, el otro salón con capacidad para 30 comensales, que alberga una bodega de madera, y que está decorado al igual que todo el restaurante con tonos tierra que aportan un toque cálido y acogedor para hacer que el comensal se sienta como en casa.

Dirección: Simancas, 12
Teléfono: 91 811 95 16
Horario de apertura: abre de lunes a sábado, excepto lunes noche. El horario es de 13:30 a 15:45 h y de 21:00 a 23:30 h.
Precio medio: 30 €

martes, 26 de julio de 2011

Hoy es el día del milagro

Para los que hoy estéis en Madrid y os apetezca ver algo curioso, podéis acercaros al Monasterio de la Encarnación, donde hoy tiene lugar, como cada año y desde 1645, el milagro de la licuación de la sangre de San Pantaleón.



El 26 de julio, víspera de la fiesta de San Pantaleón, el contenido del relicario comienza tradicionalmente a transformarse con la consistencia y el color de la sangre y dos días después vuelve a condensarse y así permanece el resto del año.

A pesar de que la reliquia está expuesta durante todo el año en el museo de este monasterio administrado por Patrimonio Nacional, los creyentes prefieren acudir a visitarla en este día, para agradecer al santo los favores concedidos, y poder besar otro recuerdo de San Pantaleón, un trozo del hueso de su canilla.

En muy pocas ocasiones la sangre no se licua, y de hecho desde hace muchísimos años esto no ocurre. Si no lo hace, según la leyenda, esto se considera un mal augurio, y así ocurrió al comienzo de la Primera Guerra Mundial y la Guerra Civil española.

Dirección: Plaza de la Encarnación, 1
Teléfono: 91 454 88 00

viernes, 15 de julio de 2011

Postres light en el restaurante Amayra

Con la llegada del verano, todos queremos lucir una esbelta figura, y para ello nos sometemos a estrictas dietas que nos obligan a renunciar a la parte más dulce de la comida, el postre. Conscientes de ello, y porque deleitarse con un buen dulce es la mejor manera de terminar una comida, en el restaurante Amayra han diseñado una carta especial de postres ligeros en calorías para seguir disfrutando al mismo tiempo que cuidamos la línea.



Las seis recetas hipocalóricas que propone Juan Pedro Lorero, jefe de cocina del restaurante, para poner el broche dulce al final de la comida, son:

Sorbete de mango y frambuesa con licor de mora sin alcohol (80 Kcal)
Milhoja de fresa con chocolate blanco light (100 Kcal)
Infusión de té verde con yogur griego y frutas del bosque (85 Kcal)
Carpaccio de frutas a la pimienta rosa (70 Kcal)
Sopa de tomate de árbol con queso fresco y tartufo (90 Kcal)
Maracuyá con espuma de coco (75 Kcal)

El precio de cada postre es de 6 € (IVA incluido).

Dirección: Alcalá, 19
Teléfono: 91 523 46 57
Horario de apertura: abre de lunes a domingo, excepto domingos mediodía, de 13:00 a 16:00 horas y de 20:30 a 23:30 horas.
Precio medio: 35 €

martes, 5 de julio de 2011

Una escapada de lujo por la costa de Amalfi

Seguro que os habéis preguntado mil veces dónde veranean los ricos, ¿verdad? Pues acabo de volver de uno de esos destinos: la costa amalfitana.

Está ubicada en el sur de Italia, en la región que se conoce como Campania, al lado de Nápoles.

Está claro que yo no pertenezco a esa clase social, así que os voy a dar unas pistas para veranear como ellos sin que se resienta demasiado la cartera.

Para los vuelos, mirar en Easyjet, destino Nápoles. Hacerlo con muchos meses de antelación, porque el precio sube bastante. Una vez allí, podéis alojaros en Nápoles (más barato), o podéis dormir en Sorrento, que es un poco más caro, pero no demasiado, y es una monada.

Para moveros de una ciudad a otra, utilizar el tren y el autobús mejor que el coche, por dos motivos: si vais en temporada alta, no hay manera de aparcar, y porque la famosa carretera de la costa está llena de curvas imposibles y acantilados de vértigo que hay que saber sortear con mucha pericia sobre todo en algunos tramos cuando te cruzas con un autobús.


Con el tren directo desde Nápoles, en una hora, llegas a Sorrento. Esta localidad es uno de los destinos turísticos más populares del mundo. Tierra de limoneros y cuna del famoso licor limoncello, es la protagonista de la célebre canción Torna a Surriento. Desde sus múltiples miradores, puedes disfrutar de unas magníficas vistas de los impresionantes acantilados de la costa, así que como del Golfo de Nápoles y el volcán Vesubio. Serpentea por sus calles llenas de pequeñas tiendas y cómprate uno de sus famosos bolsos de tela de vivos colores. Si quieres disfrutar de un baño en aguas cristalinas, coge el autobús que va al Capo di Sorrento y llega a los Baños de la Reina Giovanna. Antes de coger el autobús, en la misma calle a unos 50 metros, una heladería frecuentada por personajes y actores conocidísimos que hará las delicias de los más golosos, más de 30 variedades y una textura………… sin palabras, repetirás seguro.


Otra de las ciudades imprescindibles en nuestro recorrido, es Amalfi. A 1 hora y  30 minutos en autobús desde Sorrento. Tan sólo la visita a su catedral, merece desplazarse hasta allí. Después de recorrer sus callejuelas y disfrutar de una porción de pizza de patatas fritas con salchichas!!!, baja hasta el puerto que tiene mucho ambiente y coge un barquito para visitar la Gruta Esmeralda y disfrutar de sus aguas de tonos verdes mientras el barquero te canta alguna canción típica napolitana.


Y la tercera parada de la costa, la joya de la corona, sin lugar a dudas, es Positano. Un delicioso pueblo enclavado en la ladera de la montaña que rebosa encanto en cada rincón. Disfruta de las calles empinadas que discurren entre las casas a lo largo de la montaña, y que van a parar a la playa, deléitate con una sabrosa receta napolitana en cualquiera de sus restaurantes a pie del puerto, y relájate en la playa mientras contemplas las casitas encaramadas a la montaña. Si quieres disfrutar de sus aguas cristalinas, alquila una hamaca en el bar que está enclavado en las rocas a la izquierda de la playa, o date un paseo de 10 minutos hasta la playa del Fornillo.


Frente a la costa de Amalfi, se encuentra la isla del glamour y del lujo, Capri. Un recorrido en ferry de 45 minutos, te llevará hasta ella. Nada más llegar reserva un barco para dar la vuelta a la isla y entrar en la famosa Gruta Azul (hay que tumbarse literalmente en la barca para poder pasar por el agujero!!!). Coge el funicular desde el puerto y sube a Capri, y aunque tu monedero no te permita darte un capricho en ninguna de sus tiendas de primeras firmas, pasea por sus calles y saborea el ambiente. Desde Capri, coge un bus a Anacapri y pasea por sus tranquilas callejuelas, y coge otro autobús para llegar a la playa de Marina Piccola, la mejor de la isla para darse un chapuzón en sus límpidas aguas.

Y si después de tanta visita necesitas un día de relax total en un entorno paradisíaco, coge el tren que va a Sorrento y bájate en Scrajo. Una playa privada, con sus hamacas, sus sombrillas, su bar para comer o tomarse una copa, una piscina termal junto al mar y unas aguas tan claras como si te estuvieras bañando en una piscina, enclavada en mitad de los acantilados de la costa sorrentina. Un verdadero gustazo!!!