martes, 26 de julio de 2011

Hoy es el día del milagro

Para los que hoy estéis en Madrid y os apetezca ver algo curioso, podéis acercaros al Monasterio de la Encarnación, donde hoy tiene lugar, como cada año y desde 1645, el milagro de la licuación de la sangre de San Pantaleón.



El 26 de julio, víspera de la fiesta de San Pantaleón, el contenido del relicario comienza tradicionalmente a transformarse con la consistencia y el color de la sangre y dos días después vuelve a condensarse y así permanece el resto del año.

A pesar de que la reliquia está expuesta durante todo el año en el museo de este monasterio administrado por Patrimonio Nacional, los creyentes prefieren acudir a visitarla en este día, para agradecer al santo los favores concedidos, y poder besar otro recuerdo de San Pantaleón, un trozo del hueso de su canilla.

En muy pocas ocasiones la sangre no se licua, y de hecho desde hace muchísimos años esto no ocurre. Si no lo hace, según la leyenda, esto se considera un mal augurio, y así ocurrió al comienzo de la Primera Guerra Mundial y la Guerra Civil española.

Dirección: Plaza de la Encarnación, 1
Teléfono: 91 454 88 00

viernes, 15 de julio de 2011

Postres light en el restaurante Amayra

Con la llegada del verano, todos queremos lucir una esbelta figura, y para ello nos sometemos a estrictas dietas que nos obligan a renunciar a la parte más dulce de la comida, el postre. Conscientes de ello, y porque deleitarse con un buen dulce es la mejor manera de terminar una comida, en el restaurante Amayra han diseñado una carta especial de postres ligeros en calorías para seguir disfrutando al mismo tiempo que cuidamos la línea.



Las seis recetas hipocalóricas que propone Juan Pedro Lorero, jefe de cocina del restaurante, para poner el broche dulce al final de la comida, son:

Sorbete de mango y frambuesa con licor de mora sin alcohol (80 Kcal)
Milhoja de fresa con chocolate blanco light (100 Kcal)
Infusión de té verde con yogur griego y frutas del bosque (85 Kcal)
Carpaccio de frutas a la pimienta rosa (70 Kcal)
Sopa de tomate de árbol con queso fresco y tartufo (90 Kcal)
Maracuyá con espuma de coco (75 Kcal)

El precio de cada postre es de 6 € (IVA incluido).

Dirección: Alcalá, 19
Teléfono: 91 523 46 57
Horario de apertura: abre de lunes a domingo, excepto domingos mediodía, de 13:00 a 16:00 horas y de 20:30 a 23:30 horas.
Precio medio: 35 €

martes, 5 de julio de 2011

Una escapada de lujo por la costa de Amalfi

Seguro que os habéis preguntado mil veces dónde veranean los ricos, ¿verdad? Pues acabo de volver de uno de esos destinos: la costa amalfitana.

Está ubicada en el sur de Italia, en la región que se conoce como Campania, al lado de Nápoles.

Está claro que yo no pertenezco a esa clase social, así que os voy a dar unas pistas para veranear como ellos sin que se resienta demasiado la cartera.

Para los vuelos, mirar en Easyjet, destino Nápoles. Hacerlo con muchos meses de antelación, porque el precio sube bastante. Una vez allí, podéis alojaros en Nápoles (más barato), o podéis dormir en Sorrento, que es un poco más caro, pero no demasiado, y es una monada.

Para moveros de una ciudad a otra, utilizar el tren y el autobús mejor que el coche, por dos motivos: si vais en temporada alta, no hay manera de aparcar, y porque la famosa carretera de la costa está llena de curvas imposibles y acantilados de vértigo que hay que saber sortear con mucha pericia sobre todo en algunos tramos cuando te cruzas con un autobús.


Con el tren directo desde Nápoles, en una hora, llegas a Sorrento. Esta localidad es uno de los destinos turísticos más populares del mundo. Tierra de limoneros y cuna del famoso licor limoncello, es la protagonista de la célebre canción Torna a Surriento. Desde sus múltiples miradores, puedes disfrutar de unas magníficas vistas de los impresionantes acantilados de la costa, así que como del Golfo de Nápoles y el volcán Vesubio. Serpentea por sus calles llenas de pequeñas tiendas y cómprate uno de sus famosos bolsos de tela de vivos colores. Si quieres disfrutar de un baño en aguas cristalinas, coge el autobús que va al Capo di Sorrento y llega a los Baños de la Reina Giovanna. Antes de coger el autobús, en la misma calle a unos 50 metros, una heladería frecuentada por personajes y actores conocidísimos que hará las delicias de los más golosos, más de 30 variedades y una textura………… sin palabras, repetirás seguro.


Otra de las ciudades imprescindibles en nuestro recorrido, es Amalfi. A 1 hora y  30 minutos en autobús desde Sorrento. Tan sólo la visita a su catedral, merece desplazarse hasta allí. Después de recorrer sus callejuelas y disfrutar de una porción de pizza de patatas fritas con salchichas!!!, baja hasta el puerto que tiene mucho ambiente y coge un barquito para visitar la Gruta Esmeralda y disfrutar de sus aguas de tonos verdes mientras el barquero te canta alguna canción típica napolitana.


Y la tercera parada de la costa, la joya de la corona, sin lugar a dudas, es Positano. Un delicioso pueblo enclavado en la ladera de la montaña que rebosa encanto en cada rincón. Disfruta de las calles empinadas que discurren entre las casas a lo largo de la montaña, y que van a parar a la playa, deléitate con una sabrosa receta napolitana en cualquiera de sus restaurantes a pie del puerto, y relájate en la playa mientras contemplas las casitas encaramadas a la montaña. Si quieres disfrutar de sus aguas cristalinas, alquila una hamaca en el bar que está enclavado en las rocas a la izquierda de la playa, o date un paseo de 10 minutos hasta la playa del Fornillo.


Frente a la costa de Amalfi, se encuentra la isla del glamour y del lujo, Capri. Un recorrido en ferry de 45 minutos, te llevará hasta ella. Nada más llegar reserva un barco para dar la vuelta a la isla y entrar en la famosa Gruta Azul (hay que tumbarse literalmente en la barca para poder pasar por el agujero!!!). Coge el funicular desde el puerto y sube a Capri, y aunque tu monedero no te permita darte un capricho en ninguna de sus tiendas de primeras firmas, pasea por sus calles y saborea el ambiente. Desde Capri, coge un bus a Anacapri y pasea por sus tranquilas callejuelas, y coge otro autobús para llegar a la playa de Marina Piccola, la mejor de la isla para darse un chapuzón en sus límpidas aguas.

Y si después de tanta visita necesitas un día de relax total en un entorno paradisíaco, coge el tren que va a Sorrento y bájate en Scrajo. Una playa privada, con sus hamacas, sus sombrillas, su bar para comer o tomarse una copa, una piscina termal junto al mar y unas aguas tan claras como si te estuvieras bañando en una piscina, enclavada en mitad de los acantilados de la costa sorrentina. Un verdadero gustazo!!!