Quedan 5 días para la noche más terrorífica del año!!! Aquí tenéis la segunda parte del tour de leyendas de miedo por el Madrid histórico. ¿Viviréis alguna experiencia paranormal? Uyyyy, qué miedo!!!
Casa de las Siete Chimeneas (Plaza del Rey, 1 c/v Infantas, 31):
No hay casa más misteriosa en Madrid que la llamada Casa de las Siete Chimeneas, hoy, sede del Ministerio de Cultura.
Hay varias versiones acerca de lo que realmente pasó, y sigue pasando, la historia y la leyenda se mezclan en varias historias que pululan en diversas fuentes. Todas las versiones comienzan con el desposamiento del capitán Zapata y la joven Elena , camarera al servicio del Rey.
Apenas días después de su boda, el capitán tiene que marchar a luchar en la batalla de San Quintín, donde moriría con el nombre de su amada en la boca. Elena quedó destrozada, encerrada en su habitación durante meses. La servidumbre solo la oía llorar y quejarse de su desdicha. Una mañana su cuerpo aparece muerto con una sonrisa sobre el lecho conyugal.
Extrañamente el cadáver desaparece, unos acusan al padre de Elena, otros dicen que está emparedada en algún lugar de la casa. Poco después, el padre de la desdichada se ahorca de las vigas de la casa. El rey Felipe ordena una investigación de los sucesos, más por acallar los rumores que la unían sentimentalmente a la fallecida, que por otra cosa. Nada da resultado y la incógnita sobre las circunstancias de la muerte siguen siendo desconocidas.
Algún tiempo después, cuando todo empezaba a olvidarse empezó a correr el rumor de que algunas noches, tras el toque de ánimas aparecía en el tejado la figura de una dama vestida con vaporosos vestidos blancos, alumbrándose con una antorcha caminaba por las tejas con decisión y sin miedo hasta situarse en la parte más cercana al Palacio Real. Allí se arrodillaba, mientras se daba golpes en el pecho hasta que iba difuminándose la imagen.
Las interpretaciones a la leyenda son varias. Quizá se trató de una amante del rey que casó con uno de sus capitanes, al que el monarca mandó asesinar por celos, cuando a pesar de haber destinado lejos a su marido esta se negaba a prestarse a sus requerimientos. Otros hablan de un padre celosísimo que no dudó en matar a su propia hija para ocultar un delito incestuoso y luego suicidarse. Otros pocos se quedan con la historia romántica sin más: una amada que no puede abandonar este mundo por la pena.
Lo que está claro es que esta zona concentra, por las razones que sean, algún tipo de interés para los espectros porque en este mismo área, según unos en la misma casa, se cuenta la historia de un hacendado de las Indias que, vuelto a la Corte, decidió desposarse con una jovencita que había sido amiga del rey (otra vez). Cuando terminó la ceremonia el viejo rico corrió a la alcoba para culminar la noche. No halló a su esposa y la buscó por toda la casa. En el sótano del edificio la encontró, muerta, con un puñal de rico brocado clavado en el pecho y las arras de la ceremonia, regalo del mismísimo rey, esparcidas por el suelo a su alrededor.
Estas apariciones y periódicos sucesos extraños en la casa, mantuvieron viva la leyenda hasta nuestros días. Pero el final de la historia aún estaba por llegar. En el siglo XIX se destinó el inmueble para sede del Banco de Castilla. Empezaron las obras de acondicionamiento. Un día, la cuadrilla de obreros que trabajaba en el sótano topó con un macabro hallazgo: un esqueleto de mujer y monedas de oro del siglo XVI. Pero no era el único cadáver que esperaba entre las paredes de la casa: en 1960 en otras obras de reforma se encuentra el esqueleto de un hombre emparedado entre los ladrillos de un muro. Hasta hoy, dos muertos que descansaban entre las paredes de esta casa en un lecho que probablemente no habían elegido, ¿cuántos más esperan a ser descubiertos algún día?
Palacio de Linares:
El Palacio fue encargado en 1873 por los marqueses de Linares al arquitecto municipal Carlos Colubí e inaugurado en 1900. Para entonces, el edificio ya estaba maldito.
El marqués José de Murga había contraído matrimonio con una joven de condición humilde, Raimunda de Osorio, sin que nadie pudiera impedírselo, ya que el único opositor al matrimonio, Mateo de Murga (padre de José), había muerto, llevándose a la tumba un secreto que destrozó a la pareja: José y Raimunda eran hermanastros.
A partir de este momento, la historia deja paso a la leyenda y se dice que como fruto de esta unión nació Raimundita, que fue asesinada al nacer.
En mayo de 1990, el Palacio entra en obras. A partir de ese momento, los obreros y guardas jurados afirman oír ruidos, pisadas y voces de ultratumba que dicen: «Yo tuve una hija», «Mi hija Raimunda… Nunca oí decir mamá», y que fueron atribuidas a Raimunda de Osorio. A continuación, responde la voz de Raimundita: «Mamá…Yo no tengo mamá». Por último, replica el marqués: «¡Fuera... No, aquí no!».
Las psicofonías recogidas resultaron ser falsas.
Museo de Arte Moderno Reina Sofía:
Decenas de hechos paranormales denunciados por los funcionarios del Museo han hecho que sea uno de los lugares más misteriosos de Madrid. Su historia comienza a finales del siglo XVIII, cuando es construido por José Hermosilla y Francisco Sabatini para asumir las funciones de Hospital General. En aquel lugar murieron miles de personas que fueron enterradas en su subsuelo. En la plaza que ahora ocupa el aparcamiento público se encontraron fosas comunes, llenas de restos óseos de cientos de fallecidos que no habían tenido acceso a un cementerio. Aún más, en la investigación antes citada, se buscó en los sótanos, donde aún hoy se encuentran lápidas de los enterramientos que se efectuaron allí a lo largo de su historia. Así, empezaron a surgir multitud de historias sobre el Hospital: todas las noches, los espíritus de los fallecidos invitaban a los enfermos a formar parte de una legión de almas errantes.
En 1992 se instaló allí el Guernica, de Picasso. A partir de entonces, los funcionarios del museo aseguraban oír ruidos extraños, alarmas que se disparan… Técnicos en parapsicología afirman que los hechos eran provocados por el ánima del artista. Otros, que se trataba de la de un sacerdote que murió allí torturado en la Guerra Civil.
El 21 de abril de 1995 Diario 16 publicaba un artículo en el que se hacía público un informe de un grupo de investigadores respecto a ciertos sucesos extraños. Con fecha del 1 de marzo del mismo año se hablaba de: puesta en marcha de los ascensores una vez apagados, puerta cerradas con llave que se abrían solas, ruidos de pasos, presencia de entidades con hábito religioso por los pasillos y algunos hechos más.
No queda todo ahí. En febrero de 1998 surgieron nuevos testimonios del personal. Una de las vigilantes encargada del acceso nocturno a los ascensores notó empujones de manos invisibles, otro pidió el traslado tras ver por los pasillos a una comitiva de monjas. Está claro que algo pasa en el Museo Reina Sofía, la clave está, quizá, en su historia.
Templo de Debod:
Este monumento fue donado a España en 1970 por el rey Nasser de Egipto para agradecer al gobierno español su ayuda para salvar los restos arqueológicos del valle de Nubia, ya que en ese lugar iba a ser construida la presa de Asuán. En realidad, lo que ha llegado hasta nuestros días del Templo de Debod es una réplica del santuario primitivo, construido en el siglo IV a.C. para adorar al Dios Amon. Cuenta la leyenda que, desde que el templo fue trasladado a Madrid, por las noches aparece en sus alrededores un gato negro que podría ser una representación del dios Amon.
Monasterio de la Encarnación (Plz. de la Encarnación, 1):
A la sangre de San Pantaleón se le han atribuido curaciones milagrosas. Además, hay un documento de 1724 firmado por 13 médicos y teólogos afirmando que, cada 27 de julio, coincidiendo con su festividad, la sangre se licua sin que se sepa la causa. El edificio que la alberga fue levantado en 1611 por Juan Gómez de Mora y Ventura Rodríguez, bajo las órdenes de Felipe III para guardar esta reliquia, ya que el rey había prometido construir un monasterio en honor al Misterio de la Encarnación si lograba echar a los moriscos de su reino.
Casa de los gatos (C/ Sacramento):
Antiguo caserón habitado por dos ancianas y sus más de 15 gatos. Una noche, gritos y aullidos terribles. Nadie se atrevió a entrar hasta la mañana siguiente, cuando las encontraron muertas. Habían sido atacadas por sus propias mascotas. La leyenda dice que sus espíritus siguen saliendo algunas noches a alimentar a los gatos callejeros.
Iglesia de San Pedro El Viejo (Plz. de la Paja):
Dicen que la primera campana se colocó sola, sin ayuda humana. Pasaba mucho, se quedó atascada al arrastrarla por la plaza, y cuando volvieron al día siguiente para seguir intentándolo, ya estaba puesta en su sitio.
Puente de Segovia:
Testigo de múltiples suicidios. Cuenta la leyenda que el primero fue el de una joven en el S.XIX por amor. Las enaguas frenaron la caída.